Te pienso ahora
después de tanto tiempo,
esa sonrisa tan hermosa,
esos ojos siempre buenos.
Esas manos que acariciaban
con tanta dulzura mis cabellos;
esas palabras y esa melodía
de tu voz en mis silencios.
Tu cintura donde un abrazo
me hacía sentir tan bueno,
tan noble, fuerte y eterno
como todos tus recuerdos.
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