La noche es larga,
las estrellas titilan,
a lo lejos,
su luz que se apaga.
El amanecer espera;
la luna sale descalza
a caminar por el cielo
y reflejarse en el agua.
Una flor abre sus pétalos
como si fuera primavera,
como si el cruel invierno
no arreciara con fuerza.
Desnuda en la fría noche
tirita de frío y su belleza
parece brillar bajo la escarcha
que sus pétalos congela.
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