Una hoja cae despacio
de su árbol en primavera,
exiliada de las altas copas
ahora por el aire pasea.
Se siente libre y vuela
impulsada por la brisa
que la lleva muy alto,
muy lejos hacia arriba.
Es como una estrella
de breve luz, pequeña,
nadie pide deseos por ella
porque nadie la ve siquiera.
Pero se siente grande
como un sol en su sistema,
mira desde lo alto todo
cual un ángel que observa.
Se queda dormida, sonríe
con toda su inocencia,
es una hoja que regresa
con su alma a la tierra.
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