LO QUE SIENTO

Te veo en sueños;

estás hermosa siempre,

cada momento es mágico

hasta que despierto.

Luego, durante el día,

vivo de esos recuerdos;

creo verte en todas

las mujeres que observo.

Cada palabra, cada gesto

queda destacado en versos

que a escribir no llego,

carezco del don correcto.

Las mariposas en el cielo

son como pequeñas palomas

mensajeras de lo que siento,

vuelan muy alto, muy lejos.

Como vuela la fantasía,

la inocente esperanza

de que alguna vez sea tiempo

de que sientas lo que siento.

BRANA

No tengo palabras
para decirte lo que siento,
se cumple la ley lacaniana,
me quedo sin argumentos.

El espacio tiempo se pliega
sobre sí mismo en silencio;
debe ser que en esta loca brana
no estamos juntos como quiero.

Por eso busco así la manera
de romper todo lo hecho,
crear un universo paralelo,
materia de nuestros cuerpos.

Donde seremos principio
y expansión de las estrellas,
sistemas solares enamorados
con el milagro de querernos.

PARA SIEMPRE

No puedo frenar
este destino que impele
tu alma a irte lejos
de todo para siempre.

Podría, si se puede,
procurarme un recuerdo
para llevarlo conmigo
al menos en ciernes.

O atravesar despacio
el espacio indeleble
de tus decisiones oscuras
con la luz que me quede.

Para al menos engañarme,
creer que aún queda algo
de todo lo que jamás tuve,
de todo lo que se pierde.

SONRISA

Estás cerca
aunque no te vea nunca,
aunque olvide tu nombre,
existas en penumbras.

Camine siempre solo,
los caminos de esta vida,
cual vagabundo sin rumbo,
sin penas ni alegrías.

En cada mirada perdida
en la infinidad de la nada,
se esconde tu presencia
como una luz que me guía.

No hace falta la nostalgia,
ni extrañarte noche y día,
me basta con cerrar los ojos
para ver tu sonrisa.

DULCE

Hubiera sido lindo
tener una vida contigo;
una historia juntos,
un destino unidos.

Un espacio en el mundo
como una feliz familia,
compartiendo los días
disfrutando esa dicha.

Viendo cada mañana
tu preciosa sonrisa,
desayunando juntos,
cual cotidiana rutina.

Los albures inciertos
nunca eso han querido;
estamos siempre lejos
en una especie de limbo.

Yo como un cobarde
que no atinó a nada;
vos como una estrella
que un día se marcha.

No puedo quejarme,
ni añorar lo que no tuve,
pero en mis ilusiones
fue una vida muy dulce.

A TU LADO

Estuve ahí cuando naciste,
estuve cuando llegaste,
en cada paso que diste,
cada vez que tropezaste.

En cada sonrisa tuya,
consolando tu tristeza,
en silencio para que duermas,
contigo siempre muy cerca.

Con cada amanecer que vivías,
con cada noche que llegaba,
en cada suspiro, cada palabra,
cada gesto, cada mirada.

Estuve ahí desde siempre
porque siempre te esperaba,
como un sueño irrenunciable,
como mi única esperanza.

COPISTA

Quien escribe estos versos
no es quien ves cuando miras,
no es la persona el poeta
descubierto en estas líneas.

Soy el mero instrumento
de musas desconocidas
que me dictan sus estrofas;
simplemente un copista.

Una pluma que se levanta
por encima del entendimiento,
describe paisajes extraños,
algunos oscuros sentimientos.

Momentos nunca pasados,
espacios sin frontera alguna,
caminos en las altas nubes
donde transita la luna.

Estás en esos lugares,
extrañamente ahí presente,
como un reflejo en mi mente,
de tus recuerdos ausentes.

Acaso pertenezcas
a ese universo de dioses,
a ese lugar de lo perfecto,
lo eterno y perenne.

NO DESEADO

Déjame decirte algo

que vengo pensando,

es una verdad acaso

o un error probado.

Lo cierto es que veo

como huyes de todo,

como te evades lejos

de un mundo amargo.

Una vida que no quieres,

un destino no deseado,

pero es de cobardes irse,

de egoístas este portazo.

Huyes hacia la nada

de un sueño dibujado

con los colores preferidos

para un mejor engaño.

Sinceramente espero

estar muy equivocado;

allá, donde sea, encuentres

eso que estás buscando.

AGRESTE

Estoy tan acostumbrado
a sentirme triste siempre
que por momentos me parece
que puedo ser feliz a veces.

A extrañar tanta gente,
a estar solo como un vacío
que en la oscuridad percibo
un destello diferente.

Sonrío en pocas ocasiones,
eso es algo que me sorprende;
esa extraña mueca en mi cara
niega este destino agreste.

VIVO

Cae la lluvia todavía
el aire es húmedo y fresco;
me detengo un instante
ante el ruido de los truenos.

Conmueven el cuerpo,
enceguecen la mirada,
su estruendo es tan fuerte
que las aves espanta.

Limpian el pensamiento
de todo lo que no hace falta;
aclaran mis ideas; comprendo,
como de un golpe, lo que pasa.

Regreso silente a mi casa,
escribo estos pobres versos
acaso sin ninguna esperanza,
solamente dejar constancia.

Por escrito, cual documento ,
de que todavía estoy vivo,
de que todavía siento,
todavía escribo.

SIN ARGUMENTOS

No tengo excusas,
no me quedan argumentos,
quizás algún recuerdo
o algún loco invento
de mi corazón austero.

Puede que pesque un sueño
medio gastado si busco
en el horizonte, bien lejos,
donde el sol se esconde
como las aves en su vuelo.

En un libro muy viejo
cuyas hojas amarillas
sean de aquel otoño precioso,
estación de ese primer beso,
esas caricias en tus cabellos.

Pero bueno, ahora nada queda,
nada puedo hacer al respecto,
nada podemos hacer quienes,
de alguna u otra manera,
en el amor estamos muertos.

PARAÍSO

Sueño contigo
aún estando despierto,
apareces entre todos,
me miras sonriendo.

Me tomas de la mano,
nos fugamos en silencio
a un lugar maravilloso
sólo para nuestros besos.

Un espacio único
escondido del universo,
del mundo que nos rodea
e impide siempre vernos.

El paraíso que soñamos
en tantas horas de distancia,
esa vida juntos que deseabas
para descanso del alma.

SUTILEZA

Eres poesía, 
esa delicada belleza 
nacida en la sutileza
de tu preciosa sonrisa.

Esa palabra precisa
que denota tranquila
la luz escondida
de lunas perdidas.

El suspiro en el aire
que dice en su silencio
todos los poemas aquellos
que escribo en sueños.

IGUALES

Los hombres son todos iguales,

se esconden tras finos modales,

sonrisa amable y hasta un traje;

su dinero, su vida "intachable"

Creen que más que todos valen,

se sienten poderosos, inmortales,

desde su muy estúpida lógica

de crear un mundo infame.

Pero yo soy el peor de todos,

tengo el don de ser poeta,

aunque reconozco que todavía,

quizás nunca, logre superarme.

Cuidado con mis palabras

porque son como certeras balas,

saetas venenosas directas

al corazón y la misma alma.

Soy quien no conoce destino,

simplemente escribo mis poemas,

simplemente así vivo

en este mundo que me rodea.