Estoy tan acostumbrado
a sentirme triste siempre
que por momentos me parece
que puedo ser feliz a veces.
A extrañar tanta gente,
a estar solo como un vacío
que en la oscuridad percibo
un destello diferente.
Sonrío en pocas ocasiones,
eso es algo que me sorprende;
esa extraña mueca en mi cara
niega este destino agreste.
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