viernes, 8 de marzo de 2013

ESPERANZA

No te llamo,
dejo al silencio como testigo,
que las palabras son un castigo
y sólo quiero paz contigo.

El tiempo será de olvido,
de nacimiento de una nostalgia
con la cual hace tiempo convivo,
la cual nunca descansa.

Uno se acostumbra a la nada,
a esperar en vano todos los días,
a mirar al cielo buscando estrellas
que no brillan todavía.

Pero cuando la brisa sople serena
del sur alguna lejana madrugada
sabré que silente me recuerdas,
que queda alguna esperanza.

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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...