Todavía camino,
sigo mi sombra a todas partes;
el sol es un fiel testigo
de mis pasos para encontrarte.
Cada palabra y gesto mío
está determinado por el arte
de esperar siempre ese momento
maravilloso de admirarte.
Muchas veces no nos vemos
ni de mí siquiera algo sabes;
pero importa ese instante
de tus cabellos en el aire.
De tu mirada perdida
en otros tiempos distantes,
como si supieras de universos
paralelos que nunca visitaste.
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