Un molino gira
solitario en el campo,
es un desierto extraño
para encontrarlo.
Así el viento juega
con sus aspas ruidosas;
en un maravilloso hallazgo
después de tantos años.
Donde no hay otra cosa
que polvo y viento amargo,
siempre gira esa rueda
cual signo obstinado.
De que todavía se puede
sacar agua de las piedras;
es cuestión de paciencia
al esperar ese milagro.
viernes, 15 de noviembre de 2013
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