Soy el silencio que pedías
las distancia que buscabas,
la mirada lejana perdida
en océanos sin playas.
Ese vacío en el alma
dormida en su paz extraña;
un espacio oscuro del pasado
como una noche olvidada.
Ese viento que del sur llega
como en todos los inviernos;
aunque ahora estoy viejo
poseo el mismo sentimiento.
Pero acallo todos los gritos,
calmo apenas todas las ansias,
me quedo donde me quieres,
siempre lejos, sin nada.
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