Dejo pasar las horas
con el gotero del tiempo,
pesadas y monótonas
se van donde no las veo.
A veces me sorprende algo
que rompe toda esta rutina,
pero es sólo una mentira
del destino que castiga.
Los días se hacen años;
las lunas perdidas son muchas,
todas esas noches profundas
que nunca más recupero.
Toda esta vida trunca
no es más que el triste reflejo
de lo que dejaste hace mucho,
cuando te fuiste muy lejos.
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