Mujer de luna enamorada
de un sol siempre lejano,
sus lágrimas son escarcha
de mañanas de antaño.
Las aves saben su secreto
y por eso van cantando
de rama en rama siempre
como destellos claros.
Cual espejo la alborada
cada mañana tiene algo
de ese milagro hermoso,
de ese hecho mágico.
Los poetas van juntando
las hojas secas en palabras
para tejer con ellas versos
con la nostalgia del caso.
Con lo necesario siempre
para dejar bien sentado
que el amor no es un tema
de esos absurdos y vanos.
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