Dime si la noche toda
es día en tus manos,
si el sol es acaso luna,
y tu mirada profunda
esa estrella única;
de tus labios palabras
caen desnudas.
Como hago
para estar a tu lado,
ser quien he soñado,
tu amor más anhelado,
tu deseo más puro,
tu pensamiento claro.
Ese futuro seguro,
de felicidad sin rangos,
ni escalas, ni medidas;
la cotidiana alegría
de poder ser el milagro
maravilloso, sensato.
La luz del ocaso
nos regalaría vida,
la noche sería infinita
no esta melancolía
de saberte perdida
en una fantasía.
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