De pronto el rayo,
se quiebra la noche,
su estruendo despierta
las aves superiores.
La lluvia comienza
como si nunca nada
haya en esta tierra
más que arrogancia.
El viento llega fuerte
cayendo de laderas
de montañas muy altas
cubiertas de nieve eterna.
Todo consigo se lleva,
va segando las estepas
como si fuera una cosecha
de historias sin respuestas.
Las mismos conceptos,
las mismas duras palabras
dejadas hace mucho tiempo
en rupestres muecas.
Afuera arrecia la tormenta;
me quedo encerrado todavía
en esta enorme caverna
de todas mis truncas ideas.
De día probablemente pueda
salir del fondo muy oscuro
con estos papeles a cuestas,
estos mensajes sin rumbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario