Soy esto que pasa,
ayer y circunstancias,
las decisiones tomadas,
los caminos negados,
las puertas cerradas.
La metáfora extraña
de una vida en rutinas
de días sin importancia
en la fuga del tiempo
fugaz que se escapa.
Hacía una meta difusa
más allá de las apariencias,
una luz que se proyecta
a cielos lejanos, oscuros,
ávidos de estrellas.
Un reflejo en la tierra
de algo superior acaso,
un ser que no comprendo;
temo muchas veces
ser todo un fracaso.
No dar la medida
correcta a mi destino,
caigo en desatinos
de malas experiencias,
de negaciones, olvidos.
Pero una fuerza crece,
corre por todas mis venas;
mis arterias palpitan
con la sangre que bombea
mi corazón con fuerza.
Tengo vida y eso basta
para enfrentar lo que sea,
lo demás es una anécdota
en el libro que escribimos
cada día de existencia.
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