Soñé con ella,
o acaso estuve
en una realidad
paralela.
Lo cierto es que
su preciosa sonrisa
era su obsequio
a mis metas.
Caminamos un poco,
el paisaje era todo
su cuerpo, sus manos,
sus ojos, su belleza.
Pero fue un sueño,
un engaño apenas
de mis deseos vanos
de que me quiera.
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