ERROR 40

Un error siempre,
suma de eventos,
debe ser el secreto 
de mi silencio.

Sin suerte alguna
que evite problemas,
voy rodando cerca 
de derrotas ajenas.

Propias acaso,
de esas tengo muchas,
colecciono problemas 
en mi billetera.

Será tal vez un día
donde dios decida
darme la valía
de poseer dicha.

Aunque quizás sea
otra persona, no esta,
la que redacte un poema
de logradas metas.

DERROTA

Nos equivocamos,
elegimos lo incorrecto,
nos nos importan acaso
las lecciones del tiempo.

Olvidamos todo eso,
como si lo lleva el viento,
repetimos errores viejos,
al abismo volvemos.

Pero festejamos
con un cinismo perverso
o una supina ignorancia
de torpes y necios.

Por eso merecemos
el destino que nos toca,
buscamos la derrota
del pensamiento.

TIEMPO

Tiempo,
no es mucho
en este universo.

No es nada
para la vida
que conocemos.

Es poco
para nosotros
siempre viejos.

Lo medimos,
lo atesoramos,
lo perdemos.

Lo dejamos 
irse muy lejos
al olvido eterno.

Ese momento
en el cual no haya
nada más que eso.

La oscuridad,
el silencio, la paz,
la nada en apogeo.

Ni el caos puede
vencer su paso
hacía lo incierto.

MAÑANA

Más allá de todo
esto que nos pasa,
donde no llega nada
de toda esta farsa.

Donde lo profundo
es la circunstancia,
que con sutileza 
marca el alma.

Nos hicimos todos
promesa sagrada
a cumplirse el día
cuando todo caiga.

Cuando el cielo
se colme de nubes
y el viento arrase
toda la ignorancia.

Ese mismo día,
acaso será mañana,
el comienzo de todo,
una vida renovada.

SERENA

A esta hora llega,
no sé de donde venga,
acaso sea una estrella,
tal vez la luna llena.

Una luz que baja
desde muy lejos, serena,
hasta posarse en la nada
de esta casa desierta.

Me permite ver todo
de una extraña manera,
dando un poco de magia
a cosas inciertas.

Así me duermo siempre
con los sueños apenas,
con la sensación hermosa 
de que existen respuestas.

El día pasa muy pronto,
corren las horas inquietas
hasta la misma noche esa
sin angustias ni quimeras.

ORBE

No llueve esta noche,
veo alguna estrella,
la luna, quien sabe donde,
descansa de la tormenta.

El aire limpio invade
casi todo el gran orbe;
puedo ver muy lejos
donde el sol se esconde.

Respiro hondo y sigo
esta senda extraña 
que lleva a un mañana
que nadie conoce.

A veces la brisa
juega prístina encendida
con las hojas dormidas
de los árboles enormes.

Alguna cae despacio
y es llevada muy alto 
a un cielo bien lejano
como el horizonte.

La sigo con la mirada
para ver a donde llega,
quizás así encuentre 
a todo una respuesta.

LEJOS

Casi sin recuerdos,
apenas algunas fotos,
imágenes difusas
de un tiempo lejano
donde era otro.

Sin apenas nada
más que la llamada
fría de la nostalgia,
que golpea suavemente
las puertas cerradas.

En blanco y negro
te veo y pienso
que acaso en ese mundo
donde quedaste lejos
todo tiene ese destello.

Tu voz, quien sabe,
el tono que tenía;
imagino tu sonrisa,
tu mirada buena,
tus manos benditas.

La edad que tendrías;
como hubiera sido
en parte esta vida,
tal vez muy distinta
de esta verdad mía.

Pero te fuiste lejos
hace tanto tiempo
que casi ni poseo
ya un sentimiento,
apenas este silencio.

Esta sensación rara
de un vacío en el alma
que no logro colmar
con casi nada de nada
más que las palabras.

Los textos esos
que a veces leo
me dicen que siempre
en mis pensamientos
estarás viviendo.

GANAS

No pasa,
el frío continúa,
sigue la penumbra,
una llovizna oscura.

Esas nubes bajas
que tocan sutilmente
esta rara mañana
de otoño fantasma.

Las gotas empapan
pensamientos e ideas
ahogadas en aquellas
lagunas lejanas.

Esos tiempos remotos
borrados en la nada
de ayeres sin lluvia
de pesares, lágrimas.

Cuando creía, amaba,
y no simplemente dejaba
que el viento me llevara
a la deriva, sin ganas.

DESTELLO

No llego a nada,
no veo la meta,
se me caen 
las palabras.

No hay más nada
más que la nada
del silencio frio
en fría madrugada.

Por ahí un destello,
ahí donde estabas, 
ahí donde te veía
cada mañana.

Una luna pequeña 
en la noche perpetua 
de mis ideas cerradas,
mi casa sin ventanas.

VUELO

Podría acaso ahora
levantar el vuelo
hasta esos cielos
de mis sueños.

Hasta ese espacio 
donde todo es mágico,
la paz algo cotidiano
que no poseo.

Emigrar muy lejos
a nuevos horizontes,
a playas sin nombre,
paraíso eterno.

Por eso mismo
es que me despido,
me llama el destino
del ave en vuelo.

IDEAS

No busco palabras
de esas excelsas,
en verdad apenas
 puedo con ellas.

Descuelgo del cielo
algunas estrellas,
unas pocas acaso,
algún cometa.

Para armar
con remiendos
algún breve texto,
algún poema.

Un instante de magia
donde todo sucede;
el tiempo es el relieve
de recuerdos perennes.

No por ustedes
lectores casuales,
ni por mí siquiera,
que no soy nadie.

Simplemente puedo
de vez en cuando
concatenar ideas
en algunas letras.

PARTE

De cada luna la noche,
de cada estrella un deseo,
de cada noche un sueño,
de cada canción un recuerdo.

De todas las estaciones llevo
conmigo el paso del tiempo,
de cada libro me sorprendo,
en cada palabra me veo.

Es un tesoro que pretendo
no perder nunca en la agonía
de la dura cotidiana rutina 
que niega nuestra alma misma.

De cada letra que hilvano
poco a poco con mucho esfuerzo
voy sacando algún significado
entre tanto caos que poseo.

De cada silencio el sonido
de aquellas canciones de niños,
de aquellos momentos vividos
entre fantasía y real sentido.

Para eso busco en el abismo,
ahí mismo donde todo yace,
para ser quien alguna vez
de este mundo ha sido parte.

LENTO

Voy despacio
en estos caminos,
sólo por si acaso
caigo rendido.

Sin alguna prisa
por llegar a destino,
es parte de esta vida
ser un peregrino.

La flecha señala
una dirección apenas,
una sola linea recta
hacia lo infinito.

A una puerta abierta 
de esas muy anheladas,
de esas donde se llega 
una vez, una jornada.

De sabios es ir lento
pues sabio así se hace,
así se consigue talento,
gracia de quien sabe.

La senda es la vida,
donde todo termina,
el horizonte lejano
del sol cada día.