A esta hora llega,
no sé de donde venga,
acaso sea una estrella,
tal vez la luna llena.
Una luz que baja
desde muy lejos, serena,
hasta posarse en la nada
de esta casa desierta.
Me permite ver todo
de una extraña manera,
dando un poco de magia
a cosas inciertas.
Así me duermo siempre
con los sueños apenas,
con la sensación hermosa
de que existen respuestas.
El día pasa muy pronto,
corren las horas inquietas
hasta la misma noche esa
sin angustias ni quimeras.
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