el frío continúa,
sigue la penumbra,
una llovizna oscura.
Esas nubes bajas
que tocan sutilmente
esta rara mañana
de otoño fantasma.
Las gotas empapan
pensamientos e ideas
ahogadas en aquellas
lagunas lejanas.
Esos tiempos remotos
borrados en la nada
de ayeres sin lluvia
de pesares, lágrimas.
Cuando creía, amaba,
y no simplemente dejaba
que el viento me llevara
a la deriva, sin ganas.
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