no veo la meta,
se me caen
las palabras.
No hay más nada
más que la nada
del silencio frio
en fría madrugada.
Por ahí un destello,
ahí donde estabas,
ahí donde te veía
cada mañana.
Una luna pequeña
en la noche perpetua
de mis ideas cerradas,
mi casa sin ventanas.
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