Cuesta el silencio
entre tanta gente,
muchas palabras,
historias ausentes.
Tanta nostalgia
por ahí derramada,
cada hoja perdida
tiene su magia.
Cada esquina
siempre algo narra,
en voz muy alta,
elocuente, dorada.
Pero cierro despacio
la triste ventana,
sin sol, ni luna,
no quiero nada.
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