Es probable que el tiempo
sea apenas un leve eco
de algo que no hicimos
de algo que debimos
haber hecho.
Un signo maligno
dibujado en el cuerpo,
nos marca el camino
sin darnos opciones
a ser distintos.
A ver otros horizontes,
otros soles, otros cielos
donde remontar el vuelo
cual ave que apenas
recién sale de su nido.
Renacer al universo
cuales seres perfectos
lejos de todos los defectos
que tanto mal nos hacen,
que tanto padecemos.
Podemos soñar acaso
con el milagro del cambio,
con las oportunidades
que tanto pedimos
a un dios extraño.
Será cuestión de poner
en eso todo el esfuerzo,
al fin y al cabo, si nos vamos
que sea habiendo iluminado
el espacio que ocupamos.
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