Soy el humo en la cara
que respiras en silencio,
la molesta cigarra
que canta de repente.
La noche cálida
sin estrellas ni nada
más que esa nostalgia
que ahoga y cansa
La temible jornada
de sudor y muchas lágrimas,
de esos días que se olvidan
en alguna circunstancia.
La palabra maldita
que nunca dice nada
y que siempre hace falta
en un poema del alma.
Soy eso que niegas,
eso que indolente apartas
de tus manos cerradas,
de tu perdida mirada.
Algo que no existe,
algo que no se acaba
en un simple recuerdo,
una simple mañana.
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