Este silencio atraviesa
como una ráfaga fría el alma
que se congela y queda quieta
en un limbo donde nada pasa.
Ni el tiempo que todo lo cura,
ni los recuerdos me acompañan,
apenas una vieja fotografía tuya
de cuando creía que me amabas.
Las estaciones no son muchas
de este lado del universo,
todo es un eterno y duro invierno
sin flores, ni aves que cantan.
Pero no caigo en el abismo
profundo y vacío de la desesperanza,
transito todavía los mismos caminos
de mis sueños y añoranzas.
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