Volví, este es mi regreso,
pensé que estaba muerto
pero veo que mis manos
aún son capaces de intentos.
Que mis palabras no son vanas,
que la mirada aún nublada
me deja ver lo que siento.
Que mis pasos en la nada
me conducen hacía donde quiero,
o por lo menos de eso todavía
me quedan algunas esperanzas.
Que el tiempo aún no arrasa
como un tornado mis anhelos,
mis ideales siguen latiendo.
La fe sigue dentro, en el alma
que abre sus pequeñas y mágicas alas
para remontar el vuelo en este cielo
donde nunca más temo a nada.
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