No siento nada,
como en un espacio cerrado
el tiempo pasa y pasa.
No me importan los días,
ni esas perdidas nostalgias,
ni las futuras mañanas.
Escribo porque puedo,
pero tengo el alma en hielo,
azul, como muerta, congelada.
Mi cuerpo es una máscara
que expresa algo similar
a la cordura cotidiana.
Pero no duermo en las noches,
no tengo motivaciones, acaso,
tampoco esperanzas.
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