Y acaso mueras despacio
como la flor en primavera,
se marchita poco a poco
pierde su vida y belleza.
Su aroma es el recuerdo
de dulces aromas que se elevan
hasta muy alto en el cielo
como el brillo de las estrellas.
Como la luz que lejana llega
levemente hasta nuestros ojos
que observan los destellos
de dicha en el viento.
Acaso sea perpetuo este lamento;
mi destino sea vivir por siempre
como un oscuro ser eterno
condenado por todos los tiempos.
Viendo como los días corren
dejándome cada vez más lejos
de todo lo que eres, del amor
que se desvanece en silencio.
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