todo se
desvanece,
la realidad
desaparece
en la nada
eterna.
Un mundo que no
es real,
un lugar que no
esperaba;
los sentidos
suelen mentir
si pensamos que
eso pasa.
Porque no es
real esta casa,
tampoco quienes
la habitan,
ni la calles
siempre vacías,
ni la noche, ni
el día.
La verdad está
escondida
en la profunda
inteligencia
de descubrir las
verdades
tras máscaras
perversas.
No todo es lo
que parece,
lo que los ojos
nos muestran;
la realidad es
más compleja
de lo que se
espera.
Pero si cierro
los ojos
veo esa luz como
secreta;
no porque sea
sabio, apenas
me descubro
entre tinieblas.
Transito con
tímidos pasos
todas estas
sendas inciertas,
muchas veces me
pierdo
sin encontrar
respuestas.
Pero algo brilla
en mi alma,
algo que quizás
no sea mío,
acaso muestra
que el destino
se esconde en
apariencias.
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