No diría que no vienes,
tampoco que estás ausente,
si te llevo aquí conmigo
eres el sol que florece.
Ese día tan esperado
donde todo se estremece;
renacen las viejas ilusiones
que de vez en cuando vienen.
Como una primavera perpetua
donde la vida se hace perenne,
se colma el universo de flores
cuales estrellas silentes.
Desde lejos veo su brillo,
atento como si fuera un niño
ante un relato que lo entretiene,
que lo mantiene pensativo.
Tu sonrisa es mi sonrisa,
tu mirada la luz que me guía,
no puedo decir por eso nunca
que estás fuera de mi vida.
Si eres esa parte infinita
que le da entidad a mi alma;
mi cuerpo encuentra la calma
en el eco de historias pasadas.
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