Hay allá en el cielo,
un atisbo de esperanza;
no todo es oscuro y alcanza
a darle un poco de luz clara
a la noche que todo abarca.
Los cometas despeinan
su larga cabellera dorada
marcando sendas estelas
en su camino por el espacio
vacío que los sustenta.
De vez en cuando un planeta
brilla iluminado por novas
como si fuera una estrella
en este maravilloso cielo
de rotas ilusiones viejas.
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