que nos han robado,
las horas perdidas
en otras manos.
Las historias vividas
en lugares extraños;
paisajes desconocidos
ahora por ambos.
Esas calles oscuras
conocen nuestros pasos;
de la mano siempre vamos
con un rumbo marcado.
Un universo mágico
donde todo hemos logrado,
el amor no es la metáfora
de nuestro gris fracaso.
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