No es la suerte,
ni el destino siquiera,
no son las decisiones,
ni un error cualquiera.
Es mucho más que eso,
demasiado para que sepas
cuando de pronto golpea
lo que nadie espera.
Acaso estaba escrito
sobre pilares de piedra,
inexorables eventos
de cuales nadie se libera.
Lo cierto es que ahora
nos toca esta desventura,
este vacío inmenso dentro
del alma que se quiebra.
Pondremos a prueba
por la fuerza más bruta
toda nuestra templanza,
toda nuestra cordura.
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