Vuelves,
de ahí, del pasado,
con ese tiempo leve
ya olvidado.
La misma sonrisa,
las mismas manos
que acariciaron
mis manos.
El mismo paso,
como flotando,
la misma belleza
de sueños claros.
Te miro silente,
puedo herir si hablo,
dejo que el aire
responda acaso.
Me miras fijo
con esos ojos calmos,
sabes lo que pienso,
me conoces demasiado.
Te vas despacio
a la misma nada
de donde vienes,
donde me has dejado.
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