No miras
el paisaje lejano,
ese lugar nuestro
donde soñamos.
Todo era hermoso,
un bello cuadro;
colores pasteles
el horizonte lejano.
Había una casa,
un gran árbol
colmado de nidos
de aves cantando.
Un futuro juntos
de esos añorados,
de esas maravillas
en lo cotidiano.
Estaba escrito
en libros dorados,
de esos sagrados
con letras a mano.
Estaba dicho
como un conjuro
de esos mágicos
inefables, extraños.
Todo era nuestro,
todo se ha marchado;
cosas del destino
siempre golpeando.*
* (Escrito en año 2015)
viernes, 1 de enero de 2016
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