No te buscaba antes
de todo lo que ha pasado,
me dejaba llevar distante
por el viento en el ocaso.
Caía lentamente un poco,
cada día de cada noche
me hundía en el reproche
de no haber amado antes.
De nunca poder encontrarte
en ninguna otra de las partes
del cielo destrozado, sin luna,
de eterna noche, tan cerrado.
No sé ahora si salir al fin
a encontrarte donde puedan
mis manos en las muecas
de un borroso paisaje.
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