Te sigo viendo
ahí donde no hay nada,
en la misma casa vacía
de mi lejana infancia.
Traes la sonrisa
cada día a mi cara,
dejo esa seriedad dura
por una mueca extraña.
En verdad no soy bueno
con esas cosas del pasado,
vivo de pocos pensamientos,
el tiempo está mezclado.
No salgo mucho a la calle,
prefiero salir en las noches,
cuando sueño levanto vuelo
hasta los altos cielos.
Será por eso que siempre
fracaso en los intentos
de ser como la media,
me quedo en mediocre.
Paso así las ferias
de cada estación del año
encerrado, meditando
en lejanos soles.
Por eso te quedas
en silencio conmigo,
no necesitamos palabras
para el olvido.
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