de este lado del mundo,
aunque en mis deberes
sea muy profundo
En mis metas,
mis palabras estrellas
en la noche serena
del día de mi existencia.
Algunos pocos poemas
darán acaso debida cuenta
de que fui en ser vivo
en este extraño planeta.
En tus ojos que me miran
siempre desde muy lejos
como la luna misma,
que copia mi reflejo.
Seré fiel a todo
lo que siempre quiero,
a todos mis anhelos,
cada uno de mis sueños.
Para no morir nunca
como tantos lo hicieron,
no rendirme en cuentas
de perdidas luchas.
No claudicar en nada
de todas mis batallas,
seré si puedo la lanza
de mis palabras.
La esperada alborada
del día de los días,
ese sol eterno me espera,
horizonte de expectativa.
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