Puede la lluvia
traerte conmigo,
a esa época
donde fuimos niños.
Jugábamos descalzos
saltando charcos
en las calles vacías
de nuestro barrio.
Decía tu nombre
nunca despacio,
venías corriendo
siempre a mi lado.
Ahora veo de lejos
las calles anegadas
y se me llena el ama
de esa nostalgia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario