No miento
cuando callo,
al contrario,
mis verdades
son locuaces.
La mirada fija
siempre determina
el camino en la cita
de las cosas vividas,
sin mentiras.
Las palabras
pueden ser falsas;
la boca tiene trampas
en cada discurso,
en cada sonrisa.
Pero el silencio
resuena cual trueno
en el mismo pensamiento,
cual marea que rompe
lo que conocemos.
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