A pesar de todo
extiendo la mano
para ayudarte,
si es necesario.
No se abandona
nunca lo que se ama,
se cuida y protege
cual rosa preciada.
No se olvida
la historia narrada
por abrazos y besos
nacidos del alma.
También he sido
parte en la batalla
de silencio y distancia
que nos embarga.
Un soldado arrogante
con sus pocas armas,
con hambre de gloria
que no lleva a nada.
Bajemos las manos
que están crispadas,
el sol no miente nunca
al salir cada mañana.
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