A veces
miro al cielo,
busco una luz,
un consuelo.
Escucho la brisa
susurrar desde lejos
que no existe nada
que sea eterno.
Las huellas todas
se borran con el tiempo;
los caminos y sendas
van desapareciendo.
Todo es apenas ahora,
cada instante es incierto,
cada palabra, cada abrazo
se olvida en silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario