Fracaso, siempre fracaso;
miro arriba cuando todos
pensativos y asombrados
miran hacia abajo.
Me quedo callado
cuando todos hablan algo
y tiro palabras sueltas
en el silencio extraño.
Olvido los recuerdos
siempre más preciados
y recuerdo cosas inútiles,
fechas de calendarios.
Busco los desiertos
donde nadie a llegado
y desconozco totalmente
los lugares más visitados.
Me quedo simplemente
con las manos vacías
de todas las caricias,
de todo lo preciado.
Escribo algunas lineas
con cierto fervor extraño,
pero a nadie le importan
palabras de sabor amargo.
Los poemas son retazos
de ideas que tuve un día,
de sensaciones y paisajes
de la oscura alma mía.
Será acaso la estrella
que en el cielo me ha tocado
la que determina el destino
de tropezar en caminos llanos.
De caer en consecuencias
por cuestiones tan insólitas
que estoy seguro de que arriba
existe un dios y soy su payaso.
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