No puedo ocultarlo,
no dejo de pensarte,
a pesar del tiempo,
a pesar de negarte.
Del principio mismo
de la suerte que comparte
sus caprichos muy vanos
con nuestros pesares.
Nos ha puesto barreras
estando tan cerca antes,
de la mano nuestras almas,
nuestros pasos errantes.
Nuestros defectos hermosos,
nuestras virtudes aberrantes,
nuestra desidia para amarnos,
nuestra virtud para alejarse.
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