Lamento esto
del silencio eterno,
palabras muertas
en abismos inciertos.
Tus pasos lejanos
más allá del razonamiento,
de este espacio oscuro
donde me encuentro.
Las cosas cambian
de modos que no comprendo,
ya no sé si hay gente mala,
fracaso en su entendimiento.
Pero igual sonrío cual necio
al abrigo de mil soles opacos,
de mil lunas en pedazos
que aún conservo.
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