Busco la lluvia
donde quiera que sea,
lejos o apenas en casa
al cruzar la puerta.
En el cielo muy alto,
en el aire que se respira,
en las calles muy vacías
de vida y tu presencia.
En la memoria perdida
de todas las cosas buenas,
en la sonrisa al recordarlas,
en la nostalgia que queda.
En la noche eterna
de todas tus ausencias,
de la impericia misma
de mis manos al traerlas.
La lluvia se aleja
entre arco iris extraños
de colores muy vivos,
de profunda tristeza.
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