Este grito que callo,
que dejo en el silencio,
pugna por salir pero queda
muy dentro de mi cuerpo.
No espero que se enteren
que tuve alguna vez un sueño,
y que hoy se quiebra la luna
de aquel maravilloso cielo.
No quiero que pregunten
que pasó con ese tiempo
de felicidad tan perfecta
que es ahora un recuerdo.
Tampoco deseo las lágrimas
que son inútiles y no debo
dejarme vencer por los avatares
del destino que padezco.
Tan sólo pido un momento
de soledad con mis males,
saldré un día a la calle
renovado y sonriendo.
jueves, 2 de abril de 2009
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2 comentarios:
Tu poema es muy sentido, muy vivo. Hasta se podría "tocar la herida abierta que describe".
Me gusta que sin muchas palabras rimbombantes has logrado describir tu sentimiento.
Saludos
Bsuco eso, decir mucho con pocas palabras. Palabras de todos los días.
A veces locogro acercarme a lo que busco.
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