Si quisieras no estarías sola,
no sentirías el peso de las horas,
ni verías pasar la vida tras la ventana
como quien ve caer las hojas secas
de los árboles en otoño una mañana.
Sólo tienes que mirar el cielo,
decir algunas pocas palabras,
esperar que el sol ilumine tus manos,
sentirás el calor de un abrazo,
la dulzura del canto de las aves.
Será primavera en invierno;
creerán que estas loca el verte sonriendo,
bajo la escarcha que deja el frío tiempo
acariciando los pétalos de las simples flores
que ves en tus sueños y aroman el universo.
Me verás llegar con un ramo de azahares
los cuales serán el fruto luego de un beso
de una historia de amor que no termina;
no estás sola en la vida, estaré contigo
como una estrella que por ti brilla.
Porque eres todo lo que quiero, acaso
la única razón entre las razones perdidas,
la única esperanza donde no hay esperanzas,
la luz en las tinieblas donde transito,
el calor que le da vida a mi alma.
No sientas tristeza, recuerda que nada
es imposible si uno tiene la certeza
de que Dios en infinitamente bueno y sabe
que sus designios siempre son certeros
como lo es este amor que fue mío
y ahora es tuyo también: te quiero.
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