Deja que te quiera,
no importa a esta altura
si no sientes lo mismo;
que sea este cariño el abrigo
de mi alma en las noches frías
de la soledad en mi hastío.
Aunque nunca más te vea,
aunque tu amor jamás mío sea,
aunque te olvides de mi existencia,
deja el menos que te quiera;
quizás suene egoísta la quimera
de un amor que es pura fantasía.
Pero nada puedo hacer tampoco
para conseguir lo que ansío
y no es cobardía ni sacrificio
dejar de lado el cariño contigo
para que se convierta en un poema
que una y otra vez escribo.
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