Aunque acalles mis poemas,
los ahogues en tu indiferencia,
sus palabras son emisarios
que quizás nunca comprendas.
Porque sus mensajes son dulces,
porque ellos tienen la esencia
que no conoces porque sueñas
con cosas vanas y huecas.
Una pena que no tengas alma,
que no sepas lo que es ser buena,
que creas que tienes todo pensado,
que caben en tu mano las estrellas.
Que soy de un lejano pasado
que ya ni siquiera recuerdas;
soy presente en tus negros días,
los mismos que siempre te aquejan.
Y no es por queja o burla,
ni siquiera hay motivos de pelea,
simplemente quiero que sepas
que de mi alma nace la poesía
como un sol que no esperas.
2 comentarios:
Que terco y obstinado es el corazón.Casi,como la poesía...
Un abrazo
El amor no entiende de razones, pero es la poesía quien puede dar cuenta de él.
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