El sol regresa
y una vez más la primavera
de las ilusiones se encuentra
con sus flores más tiernas.
Quizás algunas mueran
congeladas con la brisa
helada de una mirada
que todo lo revela.
Pero las que puedan
serán hermosas estrellas
como guías en la tormenta
hacía costas muy serenas.
Navegan incansables
los sentimientos que me aquejan,
son naves que se hunden
en abismos de mesura inmensa.
Bestias marinas como sirenas
me hacen creer en cosas vanas
que son trampas de muerte
y penurias tremendas.
Pero es tu sonrisa,
como luna llena en la noche,
más perfecta que haya dado
alguna vez la primavera.
Es tu voz y lo que me dices
como un ave que canta siempre
melodías de dicha y ternura
en cada día que se renueva.
Puedo encontrar ese tesoro
de amor que mi alma espera
como un amanecer de esos
soñados en soledad perpetua.
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