¿Será acaso este mi destino?
Percibir siempre los finales
de todo lo que he conocido
como un relato partido.
Como un cristal que se rompe,
en mil pedazos se hace añicos,
algunas esquirlas me cortan
pero nada puede conmigo.
Porque comprendo todo
como un loco o un niño,
entiendo que todo termina
en este universo peregrino.
2 comentarios:
Muy buen poema Martín! Te felicito!
Un abrazo.
gracias por tus palabras. nunca nadie comenta nada en este blog.
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